Nintendo ha sacado una nueva NES con juegos precargados. Y aunque el éxito es seguro es mucho más sencillo tener una NES a través de emulación. Algunos usan para ello una Raspberry Pi, pero no es estrictamente necesario. Toda la potencia que tenemos en el bolsillo, en nuestro Android, se puede usar para emular las consolas del pasado.
Los emuladores y los juegos
En Google Play podemos encontrar cientos de emuladores
para todas las consolas que queramos revivir. Basta con instalarlos
para poder jugar y llenarnos un poco de nostalgia. Sin embargo hay uno
en concreto que merece la pena recomendar.
Se trata de RetroArch. Se trata de un repositorio de emuladores. Al instalarlo permite descargar distintos emuladores
y ahí podemos encontrar de todo: desde emuladores de la NES, la
Mastersystem o la SNES hasta cosas más modernas como PlayStation o
Nintendo 64.
El tema de los juegos es algo más complicado. Entramos en una zona donde la legalidad de la descarga es dudosa:
depende de la legislación del país, lo que piense el fabricante y un
largo etcétera. Por ejemplo, Nintendo considera que no es legal
descargar ROMs de sus juegos antiguos para usarlos con emuladores. Sin
embargo no es difícil conseguirlos, de hecho existen hasta páginas donde
se ofrecen alternativas legales.
¿Qué juegos merece la pena jugar?
Depende de cada uno, su infancia y sus recuerdos. Pero siempre hay
listas que merecen la pena, ya sea por experimentar o por revivir
experiencias de las que incluso nos hemos olvidado ya.
Los mandos
Los
emuladores permiten jugar directamente en la pantalla del teléfono
Android, aparece un mando virtual en la misma. Pero la experiencia es
más completa si usamos un mando de consola, merece mucho la pena.
Android soporta tanto mandos Bluetooth
(es lo más cómodo) como mandos USB (para lo que nuestro dispositivo
tiene que soportar USB OTG). Así que si queremos reducir la inversión y
tenemos algún mando USB antiguo por casa, se puede conectar al móvil. O
podemos decantarnos por mandos que sean exactamente iguales que los mandos de nuestra juventud.
La configuración del emulador para que soporte el mando no es muy complicada. Basta con ir a la entrada y realizar un bind de cada una de las teclas. Es algo tedioso pero solo hay que realizarlo una vez y guardar la configuración.
La conexión a la televisión
Para
una experiencia total lo ideal es conectar nuestro móvil a la
televisión de casa. Es cierto que si no lo hacemos podemos ganar en
portabilidad (y de hecho hay mandos con pinzas para sujetar nuestro móvil y convertirlo en una consola portátil), pero la experiencia nostálgica es mejor si usamos la televisión.
Para ello hay varias formas. Si nuestro móvil soporta MHL podemos directamente conectarlo al puerto HDMI con un cable específico. Pero lo cierto es que cada vez menos móviles soportan este estándar.
La recomendación es usar un dispositivo DisplayLink, que como hemos visto recientemente, permite conectar cualquier móvil Android con USB OTG a una televisión o monitor.
Para esta conexión se recomienda usar tecnología inalámbrica, por ejemplo un Chromecast.
En el modo inalámbrico existe un retardo de unos 200 ms entre las
pantallas, y esto hace que jugar sea imposible. Para ver un vídeo puede
estar bien, pero para interaccionar es excesivo.
Una
vez tenemos todos los accesorios basta sacar nuestro móvil del
bolsillo, conectarlo a la televisión y ponernos a jugar. Es la forma más
fácil de tener consolas retro sin una gran inversión de dinero.
Fuente: Alejandro Nieto Gonzalez
Fuente: Alejandro Nieto Gonzalez
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